Hospicio...
El hospicio siempre és un lugar de loco.
Pero hay mucha gente normal allí.
Mucho más antiguamente
se encerraba a los locos en oscuros sótanos
y con paredes gruesas...
además de la soledad,
aún había algunas agujas.
drogas.
Visité 3 de ellos... siempre fui muy bien tratada,
no se podía dormir en paz,
ni comer, ni bañarse, ni quedarse sentado
bajo los árboles... y apreciar el viento de las tardes.
Escuché muchas historias
y conocí a muchas personas extrañas...
Algunos locos son la locura de otros.
Además de esto, de las visitas,
también vivía cerca de un gran manicomio.
Era todo muy cerrado,
con ventanas pequeñas y rejas...
además de los muros,
portones y muchos árboles..
(hoy, en el lugar de este manicomio,
hay un gran condominio de lujo.
Pero la historia es que
siempre por la mañana a las 6 horas,
pasaba por la calle lateral del manicomio
con un muro de 3 metros de altura...
era común toda semana
encontrar a alguien o dos corriendo
con ropa de loco y 3 corriendo detrás
con ropa blanca.
Hubo un día
que llegué a hablar con uno de ellos
que me preguntó cómo ir al centro de la ciudad...
le expliqué...
tuvo un caso interesante
que fue cuando uno de estos fugitivos
corriendo detuvo a un vecino mío
y pidió algo como dinero
para desaparecer de allí...
el Vecino, "amigo, creo que estás loco,
él accedió que estás escapando de ese lugar
donde hacen todo lo que quieren...
todo es posible allí, comen,
beben, duormen, cantan, hablan,
descansan... reciben medicamentos
y hasta hay médicos gratis,
¿Estás huyendo de allí para vivir aquí afuera,
y no tienes nada,
ni sabes cómo es aquí,
cuando no se tiene nada,
y aún así eres loco?
Estás loco amigo,
pero mucho más loco
de lo que tú mismo sabes...
Si yo fuera tú regresaría allí
y me quedaría bien callado hasta sanar.
Ahí el hombre de pijama gris,
no sé bien el color,
¿usted realmente cree eso?
¿Que no debería salir de allí?
Pero aquí afuera parece tan bien
Él respondió... sí, aquí está bien,
pero en su estado,
no aguanta más que un día y una noche.
No dura más que eso, garantiza.
Pero joven,
no sé cómo volver
porque ya olvidé dónde estaba...
¿Podría usted llevarme allí?
Mi vecino iba a trabajar...
tomaba el autobús frente al manicomio...
claro, vamos... Fueron conversando...
llamó al seguridad y le dijo
que trajo a este hombre que escapó
esta madrugada, entonces...
y me pidió que lo trajera de regreso...
¿Él vino caminando así con usted?
¿y pidió que lo dejara aquí?
Sí. Pidió y yo lo traje...
Vamos entonces.
Recolectaron al hombre.
Llamaron al Doctor y le hablaron.
Y contaron los detalles de la fuga,
del regreso, en fin de todo lo que oyeron. -
El doctor llamó al loco -
Aquí está su receta.
Usted está curado.
Puede volver a casa.