Desearía poder decirte
Que soy una María
que cuando muera irá al cielo.
Pero no puedo
Aunque me arrepienta
No puedo invadir el firmamento.
Yo soy la hija de este terrón,
Estoy hecho de barro celestial
Convertidos en huesos
Y tengo mis pies pegados al suelo del espacio
Mi alma, mi mejor invento
ama el cuerpo con toda satisfacción,
Aunque muera
Ella, mi alma seguirá en este suelo.
Tal vez ella esté gaseosa, en el aire invisible
que da el poder de la vida, será todavía hermosa,
sin tantos elementos pesados
Eso le dificulta escalar
Y como cualquier pájaro
En las nubes azules de cualquier día,
ella cantará todas las alegrías
de todos los días de mi vida
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